viernes, enero 18

Las mujeres que detestan el amor


Son hermosas, tiene piernas perfectas, columnas griegas. El color de su piel, fuese cual fuese, contrasta tan maravilloso con su cabello, y las formas en sus ojos son más enigmáticas que el color naranja de la luna. Sus cuellos son tan deliciosos como su olor, delicado y natural. No se aplican ningún tipo de fragancia pues la suya debería ser embotellada, y apenas se levantan ese olor empaña las ventanas, los pájaros cantan siempre en sus techos. No se arreglan demasiado, les da igual, no lo notan pero así son más hermosas. Por eso, cuando caminan sin que les importe nada se genera bajo sus brazos oscilantes una corriente de aire que atrapa a todo caminante, ensimisman en risueñas risotadas y en palabritas muy de ellas. Cuando miran de verdad nos llevan a la incomprensión, atraviesan, cual lanzas, nuestras almas con sus ojos caleidoscópicos y sus cabellos alborotados. Los árboles se mueven para darles sombra y los conductores son imprudentes cuando las ven, son tan metamórficas que parecen ninfas del bosque y galateas de la noche. Puedes imaginarlas desnudas corriendo por el campo, son la primera mujer, como las puedes imaginar con un vestido de noche en la ciudad. Son la musa de Dante y de Bukowski, son Dánae de Gustav Klimt y son la Maja desnuda de Goya. Y en sus cabezas, y cabellos, revolotean unos pájaros de origami con ideas destellantes, surgen de sus lechos con arte en sus regazos. Cuando bostezan crean poemas y en sus risotadas risueñas aparecen mil formas de hacer el amor. En sus cabezas nacen, hierven, ebullen, mil y una soluciones para la simpleza de la vida, para mejorar el mundo, para cambiar el estado, para sonreír y hacer café. Son más inteligentes que cualquier persona, son Minerva con libidinosos deseos. Que los satisfacen con uno, revoloteando su soledad en tus manos. Amando increíblemente con suavidad y mordiendo hasta sangrar. Cuando besan como será, que son inyectables intravenosa. Cómo será cuando besan y cuando acarician que me paso horas, mientras me levanto, sobándome contra las sábanas imaginando otra vez la situación. Generan con sus presencias más de una ideología de vida, más de un poema, y más, mucho más de una religión. Sólo con verlas has soñado, y en sueños te preguntas dónde están. Son el sueño del poeta, su única razón, su muerte.

Estas mujeres son perfectas, uno lo sabe cuando se enamora.

Pero al amarlas, pasa, siempre, que descubres que muy en el fondo de sus entrañas palpita un corazón extraño, intrigante. Uno se enamora de ese corazón también, incluso lo ama en su rareza, y el corazón lo hace de vuelta. Pero algo sucede, algo inexplicable, algo que altera la realidad, uno nota, con el tiempo, que estas mujeres no pueden realmente amar, sólo están en algún rincón del sueño y en todo momento saben que pasará, que matarán. Uno terco insiste por su amor, pero es en vano, uno se absorbe en un corazón de extrañas raíces, se absorbe en su propia fantasía, como un sueño pero con síndrome de abstinencia.


Pd: es un texto de ficción, cualquier parecido con la realidad, tal vez no sea mera coincidencia

5 comentarios:

Anónimo dijo...

oe me ha encantado tio, de putamadre te salio.
tu amigo mandril.

Rodrigo de las Casas dijo...

gracias mandril. supongo que te habrás sentido un poco identificado. jaja. un abrazo

Aeme dijo...

yo lo detesto, es inservible y poco confiable. tormentoso y un poco volátil.

Anónimo dijo...

calla es brabazo

Anónimo dijo...

puta tiobroder, preciso.