viernes, septiembre 26

La descendencia del Hijo bastardo


Llegó de casualidad a mis manos esta imagen, la encontré buscando una foto de una mujer antigua. En el reverso estaba escrito algo que no pude descifrar a totalidad. Algo como: "De la casa de Antonio el Viejo dónde (frase ininteligible), probable hijo bastardo."

Me maravilló encontar documento tan antiguo, fechado en 1923, que mostrara tanta ambigüedad o en todo caso despertara tanta voraz curiosidad. Imagino, recorro alguna de las posibles rutas, que en ese barco quizá viajo el hijo bastardo de alguien, quizá Antonio el Viejo, y de ahí llegó a alguna localidad sudamericana, luego Perú, luego mis manos. El viaje que debió recorrer, hablo de tiempo y espacio, me sorprende e inquieta.

También imagino que se trata de la composición de algún antepasado que muestra algun momento de alguna otra familia, y que su llegada acá haya sido totalmente accidental; que por ejemplo el dibujante cobrará el dinero por su obra y huyera con ella por pura avaricia.

Lo mejor de todo es que no sé nada aún, y que probablemente el tiempo y el azar se han encargado ya de arrebatarme totalmente las posibilidades de descubrir algo certero. Estar así totalemente entregado a la ficción me emociona.

[La imagen ha sido sacada de un blog asombroso. Lo mejor en muchon tiempo.)

martes, septiembre 16

El fin de Babel en cuatro haikus


Enormes muros
ocultan la torre a
los desdichados.

Una puerta con
dos guardianes dorados
cierra la ciudad.

Una llave y
un carcelero huyen
como fantasmas.

La ira de Dios
no conoce porvenir
ni oye clamor.

lunes, septiembre 8

Fábula

Un sueño tuvo un escribano de Babel. Éste, afectado profundamente, escribió sobre él un extenso poema que se titula: El hombre que quedó atrapado entre las hojas. El poema intercala la historia de un hombre que cae de un árbol y se queda atrapado en sus hojas; y la historia de un hombre que no puede terminar de leer la página de un libro, atrapado entre las palabras.

Este relato no trata sobre la magnitud del poema y su poética para el hombre; sino trata sobre la historia del hombre atrapado entre las palabras. Sólo ésta como la fábula que se puede rebuscar en el poema.



En algún momento determinado una novela surge en algún lugar determinado. No importa cuando ni dónde, ni qué, incluso. Todo lo que importa es cómo. Un hombre, cualquiera, encuentra una novela, cualquiera, y empieza a leerla. Una novela de ficción oscura, de masas, de carácter filosófico o de alta complejidad. Llegado un punto de la lectura, una página determinada, el hombre no puede seguir avanzando. Lee y llega un punto se debe detener a pensar sobre lo leído. Las frases ocultan un significado que no le permite avanzar sin antes pensar sobre ello. El hombre cuando pretende continuar luego de haberse detenido a la reflexión, vuelve a caer en el mismo problema, pero ahora con mayor complejidad. Ya no son las frases sino las palabras en sí, por separado, en conjunción, las posibilidades de pensamiento se multiplican de un modo que cada nueva lectura necesita ser reflexionada y el hombre no puede avanzar.

Ya no responde a la voluntad del hombre seguir avanzando. Ha quedado atrapado en un espacio cuyos puntos y sus relaciones derivan infinidad de posibilidades y por lo tanto infinidad de nuevas relecturas obligatorias, pues la magnitud de estas es tal que sería imposible avanzar sin la revisión sistemática de las mismas.

Cierto tiempo después este hombre desaparece de este lugar y momento determinados. No se sabe nada más de él y al parecer sucedió por fin que las páginas se lo tragaran en un acto de pura pasión y ficción.