sábado, abril 30

Me preocupa, en excesos positivos, la falta de luz.

No se trata, de ninguna manera, de un miedo a la noche o la sombra. Todo lo contrario: no hay nada que me apasione más que el andar desorientado por la penumbra.

Mi preocupación circunda otro asunto, cuya índole ontológica y nostálgica comienzo a desconocer.

Me preocupa en excesos positivos que, de repente y sin aviso, esos puntos luminosos sean sólo recuerdo, y me vea privado de su reflejo en las cosas naturales.
Una maceta, un cuadro, una taza, un sofá, cualquier cosa, adquiere, no lo dudo, esa tonalidad ajena, que tiene su origen en esa luz que ahora me falta.

jueves, abril 28

Y mi cuerpo entero emana ese color tan extraño, que no reconozco en ninguna paleta, pero que me recuerda esa mañana iluminada y atravesada por tu presencia.

jueves, abril 21

Mi sombra baila gris
sobre el azul
proyectado por la luna
hoy que es,
como aseguran esos hombres de ciencia,
catorce por ciento más grande.

Veo,
con la mirada curiosa de un pequeño zorro,
el movimiento de las hojas
en las copas de los árboles
el balanceo eterno,
me intriga a intentarlo
yo mismo
con mi espíritu
entre las capas de hojas
que los haces de luz
hacen notar.

Pero la luna
y sus colores proyectados
van variando,
naturalmente,
el porcentaje extravagante
se agota,

aún así
bailo vigoroso,
contento
ahora en las ramas
dónde, seguro,
voy a despertar.

domingo, abril 17

¿No era claro, acaso, que la fuente de mayor misterios se halla siempre en la distancia entre un objeto y otro?

Es decir que lo realmente sabroso (haciendo énfasis en el hecho que uno sólo puede saber lo que ha saboreado) se encuentra en las relaciones que el mundo plantea con nosotros.

Me aventuraría a decir que sólo existen relaciones.

Los sujetos, y los objetos abstraídos por los sujetos, en sí mismos representan lo inadvertido. Todo el resto de cosas a las cuáles los sujetos pretenden referirse, toparse, abrazarse, son lo que esencialmente determinarán a los sujetos.

Nos medimos con distancias. Y es bien sabido que entre un punto y otro existen infinidad de puntos.

domingo, abril 3

La levedad
nos dispone
a la elevación,

y yo que siempre he estado obsesionado con el cielo.
Descompuesta la luz

resonando en silencio
la violencia de las partículas
en contacto
con mi cuerpo

se revela

con gran comparsa
de elementos
la vasija
las flores
el mármol
la tormenta que llega al pueblo dentro del cuadro

una figura.


Y aún no entiendo
como funciona
el rito que cumples
para atrapar el tiempo.