"Fumones juegan mundo con niños de la calle"
El juego exige siempre una habilidad de bailarín de ballet chino, especialmente con recuadros tan pequeños. Los fumones juegan felices el juego y de pronto aperecen dos niños que ya se habían cruzado antes. Uno, con un cachorro, pidió dinero y el otro vendió cigarrillos. Como es posible que un niño de menos de diez años me venda cigarrillos. Llegaron y vieron jugar a los fumones, se rieron primero y luego comentaron. Luego jugaron con ellos. Pero ellos no sabían jugar, uno de los muchachos le intento enseñar repetidas veces a él y a su hermano, inseguridad en ese dato. Ellos no aprendieron a hacerlo sino hasta después de un rato.
Uno de los niños pidió le cuiden su caja con cigarrillos y productos golosinarios.
El otro silbaba mucho.
Fue extraño, si uno piensa verdaderamente lo fue. La sucesión de hechos y posibilidades surgieron de modo que dos niños de la calle se encontraron con algunos fumones. Y la pasaron bien.
1 comentario:
de esa magia es que hablamos shady lane, justo de esa magia.
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