miércoles, julio 16

Fractal

Hoy conversaba sobre el azar. Todo culpa de Auster.

Conversaba sobre la probabilidad y luego la probabilidad de la probabilidad. El infinito de las posibilidades de los hechos sobre la posibilidad de que se repita alguna constante de estos hechos asombra furiosamente mi conciencia. El absurdo se repite en mi interior como un eco sordo y sardónico.

La cantidad de posibles eventos (n) y uno de ellos, contenido en n, forman una relación única, dan un valor númerico único, eventualmente un valor moral único dada la única sucesión de procesos y hechos.

Dado que los valores númericos serían infinitos, infinitas serían las posibilidades que un valor se repitiera, así sólo llamamos una vez más al azar y a la infinita posibilidad de la posibilidad.

Lo complejo de hablar del tema es la manera como nos envuelve. La manera como no notamos que no exiten patrones para hechos dada nuestra posibilidad de abstracción. Es complejo por eso notar que es tan posible que un tren se descarrile como que llueva justo ahora. Incluso lo más determinativo es posible observarlo como parte de un evento aleatorio y arbitrario, hasta el punto en que deja de ser un hecho de la voluntad de un individuo y se duda de aquella voluntad poniéndola como parte del azar.

La probabilidad de la probabilidad. Lo azaroso del azar. Maldito Auster.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Matematica? Probabilidades? Numeros? Ecuaciones? Cuadraticas? Razones?
Yo no entiendo nada eso, pero sé que estamos condenados a vivir una y otra vez cada uno de nuestros errores, ojala estuviera tan segura que pasa igual con los triunfos.

Aeme dijo...

maleame esta veive,


piugh piugh

rodrigo yllaric dijo...

3/4

De cada 4, tres veces sucede "x". Sin embargo, nadie podría afirmar cuándo toca una de esas tres, o cuándo es turno de la otra opción (1/4) de que suceda "n".

Tendría que haber una probabilidad de la probabilidad, y a su vez una probabilidad de ésta probabilidad, y así sucesivamente.
Kant planteaba que para conseguir una administración estatal ideal tendría que existir una cadena casi infinita de administradores que restrinjan el egoísmo del administrador anterior(uno que administre al otro)...hasta llegar a un administrador que se autosuficiente: una divinidad.
Con las probabilidades es similar. Tendría que existir una probabilidad que rija a todas las probabilidades suscesivas que han venido anteriormente...Temo ser categórico, pero juraría que es la razón aúrea:

uno más raíz de cinco
entre dos.

Rodrigo de las Casas dijo...

me parece genial esa suposición yllaric.

Pero ocurren dos cosas. Primero no creo que estemos utilizemos el lenguaje correcto para hablar tan profundamente de la probabilidad. Nos limita el lenguaje.

Segundo.
Pero si existe una razón que rige la probablidad de las probabilidades esto limitaría las demás probabilidades. Es decir, sí sé que existe un número específico que rige la probabilidad estaría diciendo que es predecible y por lo tanto no tendría nada que ver con la "probabilidad".

Ahora, el número aúreo es infinito. Sin embargo aunque se nos es imposible determinar toda la sucesión de números estos están determinados por la aceptación de ciertos axiomas matemáticos. Entonces con un conocimiento suficientemente pendejo podríamos aplicar estos axiomas para hallar un número en específico y no sólo limitar la posibilidad de eventos, predecirlos.

Este poder es simplemente inaceptable e imposible. El rollo del azar es que siempre es capaz de demostrarnos que nos supera. El absurdo domina más allá del orden cósmico (número aúreo), explora estas "limitaciones" y presenta eventos como le de la gana, precisamente sin que nos deje ninguna posibilidad.

rodrigo yllaric dijo...

Primero:

Me encanta esta ñoñería de usar "primero", "segundo"

Segundo:

Yo dije "Kant dice, luego podría ser aplicable a las probabilidades (nunca cambié "podría ser" por "es") algo similar"

Tercero:

Es incoherente justificar un sistema usando las reglas del mismo. Es decir, sería poco objetivo (aunque sé que lo de la objetividad es un rollo muy intenso) justificar la estadística con cualquier cálculo matemático. En ese sentido, la falla de las matemáticas se encuentra en su necesario autosoporte.

Último:

El azar siempre será más interesante (si no lo fuera, qué sería de la especie humana)...sin embargo, no me creo en la capacidad -ni con los conocimientos suficientes- como para afirmar que el absurdo domine el universo. Lo encuentro imposible de definir, y a la vez paradójico:
No podemos analizar el universo fuera de nuestro caracter humano (y antropocentrista); sin embargo, si obviamos este punto, el resultado sería una descripción racional y parametrada...

es complicado, tal vez podamos mañana discutirlo con un vinito...