martes, julio 22

El decadente patetismo

"Preferible leer y oír al mismo tiempo, infinidad de posibilidades."
El decadente patetismo al que se sume mi cuerpo dentro de poco no será inesperado, no ocurrirá violentamente. El hecho que mi cuerpo no pueda ser conciente del cambio al patetismo decadente no dará a su llegada el adjetivo de inesperada o imprevista. Sucederá tan sólo.

Acarreará una serie de humores nuevos, todos se verterán por la boca y los ojos. Suspiros se liberarán constantemente y en estos se escaparan los humores, incoloros, inodoros. El aspecto no parecerá cambiar demasiado pero habrá marcas claras. Los labios se separarán a causa de la pesadez de la mandíbula y se podrá ver un vacío oscuro. Los pies dolerán sin razón aparente y en ningún lugar aparente. El caminar se hará pesado. Pero nada de eso será algo relevante acaso para cuando llegue el momento del decadente patetismo. Nada de eso podrá realmente representar a cabalidad los hechos internos del estado.

Lo más complejo será la mezcla de los eventos mínimos en mi cabeza. La serie caótica de breves mezclas del espíritu, no siendo sino todo lo contrario. La descomposición de todos los sentimientos para crear uno nuevo, inconstante y terrible. Un sentimiento tan ajeno a los hombres que no se tiene memoria de él, el cuerpo lo olvida una vez que pasa.

El patetismo llega entonces, una breve mirada al espejo basta para notar que se sienta una extensa melancolía apagada, ofuscada en realidad, por el vacío y letargo de no ser ni leve ni pesado. Nada tendrá coherencia o valor alguno, sólo será mezclado constantemente, enfermará al espíritu, o en todo caso lo ahogará.

No hay comentarios: