martes, abril 22
Mata a la cojuda, dice una voz
Hoy discutí sobre la aparición de la poesía. Sobre la aparición de la poesía y su trabajo.
La cojuda decía que era cuestión de inspiración
Yo dije que era cuestión de trabajo de obrero, de hormiguita.
Ella dijo: "es que uno vacía sus sentimientos en un papel."
Yo dije: "estás hablando huevadas, es cuestión de medir palabra por palabra."
No recuerdo que dijo, pero estoy seguro fue una cojudez.
Ahora que lo pienso, sí existe un primer momento de idiotez y sentimentalismo, pero es precisamente lo que el poeta debe evitar. Si evita esta idiotez, este "vaciado de sentimientos", sabrá que por lo menos no ha dejado su estúpida alma, porque hay que ser estúpido para ser poeta, en el papel.
Nadie quiere leer la estupidez de un imbécil.
Prefiero mil veces que el poeta muera con un sólo poema que haya implicado la revisión sistemática y matemática de cada palabra y su estructura total, semántica semiótica e idiota; a un poeta que haya escrito mil poemas dónde solo pueda ver sus "sentimientos en un papel".
Y yo tengo la razón, mierda.
[el hombre de la foto es Robert Graves.]
martes, abril 15
Sucesión en mis neuronas
Me está pasando últimamente que veo en mi cabeza, de radio sonora y vieja, imágenes y posibilidades. Una sucesión en mis neuronas me muestra eventos aleatorios y algunos, hermosos me causan erecciones y suspiros agudos.
Y las imágenes se repiten, y vuelvo a sentir lo mismo: erecciones y suspiros. Algunos agudos, otros más gruesos.
La noción se ha perdido, me rindo a las imágenes mentales, y, mientras muero de inanición, puedo besar sin problema a una muchacha que me pide que lo haga sin remordimiento alguno.
jueves, abril 3
Memorias Psicotrópicas II:
Disco eterno
Hoy, me regresaba el micro de una batalla campal en algún parque sanisidrino, oí y sentí la música como hace mucho no sentía. Lo asombroso no fue la música en su maravillosa poesía y viaje por mi cuerpo(eso sucede todo el tiempo si de verdad oyes la música), lo asombroso fue como esta música regreso a mí como cuando era chico y regresaba en el auto con mi madre y mi hermano oyendo música mientras yo cerraba los ojos.
reseña de esa escena: después de un domingo en el club, bañandome en la piscina, jugando en los jueguecillos, jugando a las escondidas, escuchando historias de terror, riendo, corriendo; dan las 11 de la noche y me hallo cansado en el auto con mi madre y mi hermano. cierro los ojos y empiezo, entre la música cualquiera de la radio, a soñar con los beats, los sonidos, las texturas y la ciudad. la edad es de aproximadamente 7 años.
En el micro sucedió algo parecido a esas escenas de domingo cuando era pequeño. Yo dormitaba con canciones, nuevas y distantes a las de la escena de pequeño, que me asemejaban a ese cansancio de juegos, de luces de claroscuros.
Recomendación: oir las canciones que están abajo con audifonos, alto volumen y ojos cerrados.
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