domingo, febrero 10

Memorias Psicotrópicas I:
El paseo de las luces
ó Cruzando la frontera

Prefacio a las memorias psicotrópicas:

Estas memorias son momentos que en su dudosa lucidez expresan una suerte de viaje por el cual he pasado. Su falta de realidad, o su exceso de ella, son parte del género. No es una crónica pero se le parece, no es un cuento pero si quieren. En cualquier caso, sólo sepan que estas memorias se repetirán y su desarrollo siempre tendrá un propio formato que se reinventará una y otra vez.


Ocurrió un día que yo caminaba por alguna calle limeña, y pase por alguna callejuela/boulevard. Las luces, el sónido, una armonía deliciosa recorría mi cuerpo cómo si se tratase de un viento solar. En ese momento noté las luces de este paseo. Una serie de luces que me atacaban, mis ojos alterados no podían mirar todo el neón, el argón y el xenón. La diferencia de ruidos, música, gente, luces, me perdí. En verdad no tenía adónde ir, perdí el conocimiento de adónde iba. Sólo quería cruzar. La gente comenzó a desaperecer. Sólo recuerdo como los ruidos se fundían en una melodía armoniosa y orquestal que me indundaba, literalmente y sinestésicamente podía ver en los colores de los anuncios, que habían perdido su realidad semántica, viajar por el aire como música. En ese melodioso pasadizo yo flotaba entre-perdido e intentaba entender la situación. Justo allí, cuando comenzaba a encontrarle un sentido a esto alguien muy querido me dice que esto es el cruce hacia tijuana.

Noté ahora que la música era de bares dónde el alcohol y la marihuana se fusionaba en olores alucinógenos. Mis zapatillas estaban manchadas de algo de tierra y veía turistas por todos lados, sonaba Manu Chao en mi cabeza, poco a poco fui saliendo del callejón. Es que no puedo describir lo que es cruzar la frontera, entrar a un lugar dónde todo es una rumba. Tal vez la canción los ilustre. Pronto otro psicodélico capítulo de su serie novelesca favorita: MEMORIAS PSICOTRÓPICAS!


No hay comentarios: