Todos los árboles alrededor adquieren el tono que había olvidado. Lentamente, y mientras se apagan las piedras encendidas que lo encierran, recuerda por última vez su estancia en el pueblo. Finalmente olvida. Entre el humo y la sombra puede distinguir una mujer que se aleja, pero no sabe quién.
Henry A. Rubens
sábado, noviembre 21
jueves, noviembre 19
A o B
Puedo encontrar
en todos esos árboles
la figura que compones
al dormir.
Las aves han formado
un batallón que avanza
con emblema en pecho
mientras yo discierno
en qué bando me encuentro.
sábado, noviembre 7
Maldito sea el recuerdo
Una vez más
puedo sentir el umbral
en mi piel,
el contraste en el color
mantiene a la duda
y mi memoria ocupadas.
Yo sólo espero
sin paciencia alguna
olvidar
y borrar esa línea
que divide mi piel.
puedo sentir el umbral
en mi piel,
el contraste en el color
mantiene a la duda
y mi memoria ocupadas.
Yo sólo espero
sin paciencia alguna
olvidar
y borrar esa línea
que divide mi piel.
lunes, agosto 31
Mil
Descansan sobre las rocas
todos tus pies y cabezas
se bañan con el agua salada.
Desde el barco se puede ver con claridad
como las aves costeras te rodean
y como parecen brillar
a pesar de la neblina
a pesar de la neblina
te recuerdo siempre igual.
todos tus pies y cabezas
se bañan con el agua salada.
Desde el barco se puede ver con claridad
como las aves costeras te rodean
y como parecen brillar
a pesar de la neblina
a pesar de la neblina
te recuerdo siempre igual.
domingo, agosto 23
domingo, agosto 9
Se detiene la señal
La señal se va a detener
mañana en la mañana.
Todos los fragmentos
de datos y recuerdos
se perderán en un último pitido,
yo no estaré sino escondido
o corriendo en todo caso
detrás de él.
Lo peor, sin embargo, ocurre ahora
cuando aún no pasa nada
y todo es ficción.
lunes, junio 29
Fragmento de "Crónica brevísima del fin"
Tres de la tarde y no se ve ni el sol ni una sola nube. Sólo ese resplandor verde y sus variaciones en los extremos. Toda la gente que camina no puede evitar mirarlo de cuando en cuando, algunos lo miran todo el tiempo y otros luchan por no hacerlo. Es bueno pensar el fin es así de bello.
Hoy pensé que si no fuese por esto, no aguantaría un día más.
Henry A. Rubens
Hoy pensé que si no fuese por esto, no aguantaría un día más.
Henry A. Rubens
domingo, junio 28
Nowhere near
I've seen the way that they look at you
Todos pueden recordar
cuando viajabas por el campo
y mirabas la ventana
como lamiendo jengibre
de esas casas viejas.
Es domingo y se apagan
todos los recuerdos.
Todos pueden recordar
cuando viajabas por el campo
y mirabas la ventana
como lamiendo jengibre
de esas casas viejas.
Es domingo y se apagan
todos los recuerdos.
sábado, marzo 28
Replica
Nuevamente, luego de mucho tiempo, vuelve a caminar alegre. El cielo forma con las nubes esas formas que había abandonado. Él recuerda esos sonidos tan particulares, de los zapatos, se despreocupa al fin.
martes, marzo 24
Las Pléyades
Del espacio veo
tan sólo las jóvenes
estrellas, dirá
el muchacho en
la pradera oscura,
mientras silencio.
Otro objeto
celeste que no sea
virgen dejará
el borde de sus ojos.
La luz liviana,
que Mérope emite
azul, lo encierra
pensando siempre
en hacerle cortejo
y copularle.
Se duerme al fin,
ocultándose del cielo
bajo un árbol.
lunes, marzo 23
Pasaba por las Pléyades
La actividad astronómica no dista mucho de la actividad literaria. Ambas son disciplinas de la ficción, planteando, cada una a su modo, una realidad fantástica de la cual el registro no está sino apenas sugerido. La observación de los astros, y en mi caso de los planetas, requiere alguna habilidad poética para poder explicar eventos tan alejados o inverosímiles a los ojos.
miércoles, marzo 18
Carne negra
De repente me he convertido en carne negra,
la misma nube sobre el mismo edificio
se mueve apenas
dejando la misma sombra.
Oscura e imprecisa
es la forma y la coloración de mi cuerpo
que refleja en el espejo otra forma y coloración.
Aquel limite que separa
la imagen y su reflejo en la retina
lo he perdido cuando niño,
esa vez que me quedé mirando el sol.
miércoles, febrero 25
«Los monjes que estás buscando se encuentran al borde del segundo abismo, debes caminar río abajo. Viven en unos enormes tubos que sobresalen del abismo, los oirás seguramente, suelen cantar allí adentro y el sonido de sus voces queda vibrando en el aire, yo los he oído a muchos metros. Si los oyes mejor espera que acaben sus cánticos, no creo sea buena idea interrumpirlos.» -dijo el viejo mendigo.
domingo, febrero 8
Fragmento de "Antes de la Guerra"
Todas sus motos,
monstruosos aparatos de metal
que recorren el desierto
siempre al poniente
con furia y arena
brillan bajo el sol.
monstruosos aparatos de metal
que recorren el desierto
siempre al poniente
con furia y arena
brillan bajo el sol.
Las rutas de la periferia de la ciudad estuvieron custodiadas, antes de la guerra, por una pandilla de forajidos en motocicletas. Sucios hombrecillos de piel manchada, todo el tiempo por el aceite y polvo, montados en enormes motorizados; hombres que en otra situación no harían temer. Pero la ciudad les había proveído suficiente: chatarra gratis y décadas de orgullo aplastado.
No tardaron mucho en reunirse más de veinte hombrecillos, luego de unas semanas ya habían alcanzado el ciento. Recién entonces constituyeron una amenaza, cientos de aparatos ruidosos moviéndose por el paisaje amarillo, carroñeros que buscaban en sus víctimas todo lo que pudiesen arrancarles. Robaban todo lo que les sería útil; esto va desde ropas hasta órganos y dientes. También practicaban, cuando llamaba el deseo, salvajes sesiones amatorias con sus víctimas sin importar el género o la edad.
Más de una vez tuve que acercarme a sus dominios, se podían oír desde lejos. La suma de sus voces hacía un bramido grave.
No tardaron mucho en reunirse más de veinte hombrecillos, luego de unas semanas ya habían alcanzado el ciento. Recién entonces constituyeron una amenaza, cientos de aparatos ruidosos moviéndose por el paisaje amarillo, carroñeros que buscaban en sus víctimas todo lo que pudiesen arrancarles. Robaban todo lo que les sería útil; esto va desde ropas hasta órganos y dientes. También practicaban, cuando llamaba el deseo, salvajes sesiones amatorias con sus víctimas sin importar el género o la edad.
Más de una vez tuve que acercarme a sus dominios, se podían oír desde lejos. La suma de sus voces hacía un bramido grave.
lunes, enero 19
La primera del vaquero
Es el verano
el único escenario
de su caballo,
y el polvo de
sus patas y escopeta
maldita..
El terror y el
ventarrón le siguen
todo el tiempo.
Aunque lo hayan,
el llanto del vaquero,
oído los lobos.
miércoles, enero 7
Ave
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