viernes, junio 20

Divagaciones imcompletas I

No es un problema que el lenguaje nos use como hotel. No es problema pues de ello no se puede escapar, la necesidad lingüística y la imposibilidad de su análisis externo, libre de lenguaje, nos hacen vulnerables a los caprichos del lenguaje. Podemos intentar comprender la forma de funcionar del lenguaje, normalizar sus hechos pero estamos siempre alterados por él y lo alteramos constantemente. La quimera de la normalización y estructuración es parte del deber del hombre moderno, necesario hasta las venas.

Lo peculiar surge al observar que se hace un círculo cuando vemos al lenguaje como virus del hombre y luego al hombre como virus de la estructura y la estructura entendida por el lenguaje. Nuestra alteración de la realidad, motorizada por el uso del lenguaje, es sólo una forma de supervivencia: el virus del hombre explora y adapta el sistema estructural para sobrevivir y para ello utiliza sus propios parásitos, siendo víctima de todo. El absurdo aparece nuevamente.

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